Suplementación de omega 3 y 6 ¿Alternativa de tratamiento para el acné?
Cerca del 80% de jóvenes en el mundo entre 12 y 20 años son afectados por el acné vulgar.
La hiperproducción de sebo, lesión (poco o muy profunda) y la actuación de una bacteria llamada Propionibacterium acnés son las características de esta enfermedad inflamatoria. (Saint-Jean, Dreno, 2016). A pesar de que la principal causa de su debut es la pubertad (producción de células sexuales), por décadas se ha tratado de relacionar el brote de acné con la dieta. Algo interesante, es que numerosos estudios han evidenciado que el acné vulgar es muy raro en poblaciones no industrializadas, y que a medida que estos pueblos comenzaron a introducirse a la ciudad y al estilo de alimentación occidental, la incidencia de acné creció en porcentajes similares a los de la sociedad occidental. Lo cierto es que la industrialización ha puesto su granito de arena en la proliferación de esta enfermedad al introducirse una dieta mayormente alta en ácidos grasos saturados, carbohidratos refinado y sedentarismo. (Jung, et al, 2014)
El omega 3 y el gamma
linoleico (de la serie omega 6) han sido estudiados como nutrientes capaces de
fomentar un efecto antiinflamatorio. Debido a que la progresión del acné se
centra en la inflamación, al suministrar estos ácidos grasos insaturados se
promueve la respuesta inmunosupresora para calmar la inflamación. En un estudio
realizado a 1000 adolescentes en Carolina del Norte, 1961, se obtuvo que los
estudiantes que comían más pescado y mariscos ricos en omega 3 tenían la piel
menos grasosa y pocas o ninguna lesión por acné en comparación con el resto.
Otro estudio en donde participaron cinco pacientes con acné vulgar
leve/moderado, que fueron suplementados con omega 3 y 6 se pudo lograr reducir
las lesiones del rostro como el efecto inflamatorio. Por último, también se
examino a 13 personas que fueron suplementadas con aceite de pescado durante 12
semanas, su dieta no se modificó, pero aún así se obtuvo que 8 de los 13
hombres mejoraron su acné. (Balic, et al, 2020)
Ahora bien, la duda es radica
en la cantidad necesaria para que el efecto antinflamatorio y terapéutico de
los omegas de resultado en el rostro. La respuesta aún no es algo determinante,
debido a que aún se necesitan estudios concluyentes de la relación acné – omega
3 y 6 para poder establecer un tratamiento estándar. Por el momento, las
recomendaciones del estudio osaban los 2000 mg de ácido eicosapentaenoico y
ácido docosahexaenoico, y 400 mg de ácido γ-linoleico. Es decir, más omega 3
que 6. El primero lo encuentran en pescados azules, semillas, aceite de oliva,
frutos secos y mariscos. El segundo mayormente en aceite de borraja.
Están creciendo cada vez más
las evidencias que correlacionan positivamente el consumo incrementado de
omegas 3 y 6 con el mejoramiento del acné. Sin embargo, no hay que dejar a un
lado el tratamiento base nutricional como lo es una dieta mediterránea,
ejercicio físico y atención dermatológica para el control adecuado de la
enfermedad. (Balic, et al, 2020)
Fuentes:
- Balić, Anamaria, Domagoj Vlašić, Kristina Žužul, Branka Marinović y Zrinka Bukvić Mokos. (2020). Ácidos grasos poliinsaturados omega-3 versus omega-6 en la prevención y el tratamiento de enfermedades inflamatorias de la piel. International Journal of Molecular Sciences, 21(3). https://doi.org/10.3390/ijms21030741
- Jung, J. Y., Kwon, H. H., Hong, J. S., Yoon, J. Y., Park, M. S., Jang, M. Y., & Suh, D. H. (2014). Effect of dietary supplementation with omega-3 fatty acid and gamma-linolenic acid on acne vulgaris: a randomised, double-blind, controlled trial. Acta dermato-venereologica, 94(5), 521–525. https://doi.org/10.2340/00015555-1802
- M. Saint-Jean, B. Dreno. (2016). Acné. EMC – Dermatología, 50(4), 1-14. https://doi.org/10.1016/S1761-2896(16)80894-8
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