Edulcorantes y su impacto en la salud gastrointestinal

 

Los edulcorantes artificiales hoy en día son muy utilizados en la alimentación ya que además no solamente los agregamos nosotros, muchas veces están presentes en los productos procesados que consumimos y muchas veces no nos percatamos de esto, por ejemplo, podrían estar presentes en algunos productos light, chicles sin azúcar, bebidas y gaseosas “zero” o “sin azúcar” y ciertos postres o recetas “fit”.

Por este motivo una pregunta muy frecuente actualmente es, ¿pueden los edulcorantes afectar a nuestra salud gastrointestinal? La respuesta es que efectivamente los edulcorantes tienen un impacto en la salud gastrointestinal y es importante que comprendamos como sucede esto, para lo cual antes hay que saber un poco sobre la microbiota intestinal antes conocida como flora intestinal. La microbiota intestinal es ese conjunto de microorganismos que se encuentran en nuestro intestino y para que nuestro sistema digestivo funcione correctamente este conjunto mencionado debe ser diverso y estar equilibrado.

El contenido y la cantidad de la dieta tienen un papel importante en la configuración de la composición y función de la microbiota humana. Un consumo excesivo de ciertos edulcorantes no calóricos (ENC) como la sucralosa, sacarina, acesulfame k y aspartame, se relaciona con disbiosis (desequilibrio en la microbiota intestinal) y como consecuencia posibles enfermedades, entre ellas ciertas patologías digestivas y mayor probabilidad de obesidad, diabetes, cáncer, etc.

 

La evidencia actual no afirma que los ENC sean un potencial carcinógeno. Sin embargo, varios estudios han demostrado que la sacarina podría tener un efecto proinflamatorio y que los polioles pueden causar síntomas y manifestaciones gastrointestinales diarrea y distensión dependiendo de la dosis y el tipo de compuesto. De esta forma cada uno de los ENC tiene diferente poder edulcorante, fórmula química y metabolismo asociados a síntomas y manifestaciones gastrointestinales.

Dentro de la industria alimentaria cada país puede regular el uso de ENC dependiendo de sus propias normativas, sin embargo, para la aprobación de cada uno la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) requiere diversos estudios para establecer la cantidad aceptable y segura para su consumo, denominada ingesta diaria aceptable (IDA). Esto se establece a través de estudios de toxicidad en diversas especies animales durante las diferentes etapas de la vida y en varias generaciones, así como también la capacidad de absorción, digestión, metabolismo y excreción en humanos.

 

Por lo mencionado, es importante que regularicemos el consumo de los edulcorantes no calóricos reduciendo su ingesta no solo con la finalidad de cuidar nuestra microbiota intestinal sino también para prevenir cualquier tipo de efecto que se pueda analizar y descubrir con el pasar del tiempo ya que son compuestos que continúan en constante investigación.

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

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