Aceite de oliva y su prevención a enfermedades cardiovasculares
El olivo es un árbol fascinante que forma
parte de la vida de los habitantes del mundo mediterráneo. Su cultivo es común
en toda la cuenca del Mare Nostrum y su fruto- el jugo de la olivaha recorrido
todas las orillas y senderos
El jugo de la oliva o aceituna , el aceite, interviene de forma decisiva en la nutrición de los humanos y contribuye a mantener un estado óptimo de salud. De este aspecto nos ocuparemos a continuación. Uno de los mensajes de los expertos en nutrición y salud pública es la recomendación de dietas cardiosaludables. La denominada trilogía mediterránea está constituida por el aceite, el pan y el vino. Todos estos elementos, como a continuación se expone, forman parte de la dieta o dietas mediterráneas
Las enfermedades cardiovasculares se han
convertido a nivel mundial en la primera causa de muerte de los humanos. Datos
de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que 17,5 millones de
personas fallecieron por esta causa durante el año 2005, lo que representa el
30% del total de muertes en el referido período de tiempo. Según el Instituto
Nacional de Estadística (INE) estas enfermedades son también en España la principal
causa de muerte.
ACEITE DE OLIVA
.El ácido oleico es un ácido graso
monoinsaturado con 18 carbonos y un solo doble enlace, faltándole dos hidrógenos
para una saturación total de su molécula (C18:1, w3). Su valor energético es de
9 kcal/g similar al de otros aceites, pero sus funciones específicas de
membrana y de la biosíntesis de eicosanoides lo hacen fundamental,
particularmente como modulador de las series poliinsaturadas w-3 y w-6 8. El
contenido de ácidos grasos esenciales del aceite de oliva, el principal de los
cuales es el ácido linoleico (C18:2, w-6), es suficiente para satisfacer las
necesidades de los humanos. Otros ácidos grasos son los palmítico, esteárico y
linolénico.
Tabla 1 Porcentaje de los ácidos oleico y
linoleico en distintas variedades de aceite de oliva
La principal función nutritiva del aceite de oliva es su contribución al contenido energético de la dieta. La fracción insaponificable del aceite (1,5% del total), también denominada componentes menores del aceite de oliva, contiene una gran variedad de sustancias. Entre las nutritivas destacan la vitamina E y en menor medida la vitamina A. La primera tiene un papel clave en mantener la defensa antioxidante de las células. El valor vitamínico de las aceitunas de mesa es importante en provitamina A, vitamina C y atocoferol.
Los aceites de oliva virgen y refinado contienen entre 137 y 297 mg de tocoferoles por kilo, suficientes para proteger a los ácidos grasos no saturados contra la oxidación. Los componentes no vitamínicos son diversos (hidrocarburos, ésteres no glicéridos, esteroles, alcoholes alifáticos, polifenoles, compuestos terpénicos, pigmentos carotinoides, compuestos aromáticos, compuestos volátiles).
El
ya anteriormente referido “Estudio de los siete países” llamó la atención por
primera vez sobre la relación entre el consumo de grasas saturadas y enfermedad
cardiovascular. Las dietas mediterráneas eran bajas en el consumo de grasas
saturadas y elevadas en la ingesta de ácido oleico aportado por el aceite de
oliva. Además, el aceite de oliva aumentaba la fracción HDLcolesterol y
disminuía la fracción LDL-colesterol.
El primer estudio clínico que apoyó los
beneficios de la dieta mediterránea fue el “Lyon DietHeartStudy” en el cual 605
pacientes que habían sufrido infarto de miocardio fueron distribuidos al azar
en dos grupos de ensayo, uno control con una dieta similar a la recomendada por
la Asociación Americana del Corazón y otro grupo con dieta mediterránea.
Cumplidos 27 meses del ensayo se obtuvo un descenso en el grupo de dieta
mediterránea del 73% en la tasa de eventos coronarios y del 70% en la
mortalidad total
La acción beneficiosa sobre la
salud del aceite de oliva se ha concentrado especialmente en tres sistemas fundamentales
de nuestra economía: el sistema cardiovascular ya comentado anteriormente, el
sistema digestivo y el sistema inmune
El
aceite de oliva es un modulador de diferentes funciones inmunes, entre
las que destaca la posible protección frente a microorganismos patógenos. Esta
acción podría ser especialmente útil en pacientes inmunocomprometidos. Datos
experimentales explican está acción en una menor supresión de la proliferación
de linfocitos que la provocada por los ácidos grasos poliinsaturados w-3 y en
una mayor producción de citoquinas pro- y anti-inflamatorias y, por tanto, una
mayor capacidad fagocítica de macrófagos y monocitos para eliminar a los
agentes patógenos.
Bibliografía
1.Bueno M, Bueno-Lozano M. El olivo en la cultura mediterránea. 2ª ed. Madrid, Ergon, 2011.
2.Fatás G. Agua, sal, pan, vino y aceite en Roma. Discurso de ingreso en la Academia Aragonesa de Gastronomía. Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2002.
3.Sanz J, Moreno PR, Fuster V. The year inatherothrombosis. J Am CollNutr 2007;49:13-24.
4.Keys A. Coronary heart disease in Seven Countries. Circulation 1974;41:1-211.
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