¿Qué son las dietas mediterránea y nórdica y cómo ayudan en la salud cardiovascular?
Las enfermedades cardiovasculares básicamente hacen referencia a los problemas en el corazón y vasos sanguíneos, entre las cuales se destacan cardiopatía coronaria/congénita, insuficiencia cardiaca, arritmias, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, etc. Estas enfermedades cardiovasculares se encuentran dentro de las 10 principales causas de muerte, es por esto que constantemente se busca ayudar desde la prevención con el abordaje de la nutrición.
Existe evidencia científica que muestra que las dietas mediterránea y nórdica juegan un papel importante en la salud cardiovascular, por esta razón detallaremos sus definiciones y beneficios en la salud.
Dieta mediterránea
La dieta mediterránea es considerada como uno de los patrones alimentarios con mayor evidencia científica en relación a sus beneficios en la salud humana, incluso cada vez más se usa en tratamiento en diversas patologías como: enfermedad cardiovascular (ECV), enfermedades neurodegenerativas, cáncer, diabetes, síndrome metabólico entre otras ya que se ha visto una notable disminución en el aumento de personas con estas patologías.
El patrón de alimentación que se sigue en este tipo de dieta es el siguiente:
- Bajo consumo de grasas saturadas que provienen de (mantequilla, leche entera y carnes rojas).
- Alto consumo de grasas mono insaturadas que por lo general se encuentran en el aceite de oliva.
- Consumo equilibrado en ácidos grasos poliinsaturados (omega-6/omega-3) que se encuentran en pescados, frutos secos, otros mariscos.
- Bajo consumo de proteína animal en especial las carnes rojas.
- Alto consumo de antioxidantes los cuales se encuentran en frutas, verduras, vino, aceite de oliva virgen extra, especias y hierbas.
- Alto consumo de fibra, que provienen de alimentos de origen vegetal como verduras, frutas, cereales integrales, legumbres.
En la siguiente tabla se puede observar los diferentes grupos de alimentos y su consumo recomendado.
- Antioxidantes: Reduce la presión arterial y mejora el perfil lipídico.
- Fibra: Mejora el transito digestivo y evita el estreñimiento.
- Fitoesteroles: Reducen los niveles séricos de colesterol.
- Ácidos grasos monoinsaturados: Disminuye el colesterol total, LDL y los triglicéridos.
- Ácidos grasos omega-3: Reduce inflamación.
- Probióticos: Contribuye a la mejora de la microbiota intestinal.
- Dussaillant, Catalina, Echeverría, Guadalupe, Urquiaga, Inés, Velasco, Nicolás, & Rigotti, Attilio. (2016). Evidencia actual sobre los beneficios de la dieta mediterránea en salud. Revista médica de Chile, 144(8), 1044-1052. https://dx.doi.org/10.4067/S0034- 98872016000800012
- Nobrega, Sol Cedres de, Cornejo, Verónica, Leal-Witt, María Jesús, & Durán-Agüero, Samuel. (2021). Efecto de la dieta nórdica en el control de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular: Revisión sistemática. Revista chilena de nutrición, 48(4), 640-649. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-75182021000400640
- Urquiaga, Inés, Echeverría, Guadalupe, Dussaillant, Catalina, & Rigotti, Attilio. (2017). Origen, componentes y posibles mecanismos de acción de la dieta mediterránea. Revista médica de Chile, 145(1), 85-95. https://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872017000100012
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