Reduce la diabetes consumiendo verduras

 

La diabetes mellitus tipo II es una enfermedad crónica no trasmisible producida por defectos de la insulina. Entre 90 y 95% de las personas afectados por esta enfermedad presentan una Diabetes Mellitus tipo 2, la cual en sus etapas iniciales es asintomática y se observa preferentemente en las personas mayores de 40 años. 

Las personas afectadas por este problema de salud tienen 2 a 3 veces más riesgo de sufrir un infarto al corazón, uno de los factores para reducir la diabetes es la alimentación programada siendo uno de los pilares del tratamiento de la diabetes, en cualquiera de sus formas. Sin ella es difícil lograr un control adecuado y posteriormente se debe usar medicamentos.

Este plan de alimentación depende de la edad, género, estado nutricional, actividad física, entre otros. En relación con la alimentación, los carbohidratos son fundamentales en el control de la diabetes debido a que determinan hasta un 50% la variabilidad.

La adopción de estilos de vida saludables, tratan de un aumento en la ingesta de frutas y verduras, el cambio en el consumo de grasas saturadas por grasas insaturadas originadas de aceites vegetales, disminución en la cantidad de azucares y sal. Los cambios adecuados del estilo de vida reducen significativamente los factores de riesgo cardiovascular asociados a la prediabetes y la diabetes mellitus tipo 2, por lo que se debe recomendar seguir un patrón saludable de alimentación, actividad física, no consumir tabaco y tener buen sueño.

Las verduras aportan vitaminas, minerales y fibra, mientras que ayudan a controlar el exceso de calorías y la ingesta de hidratos de carbono. Cuanta más variedad de verduras se incluya en la dieta será mejor, además hay algunas que están especialmente indicadas en el caso de padecer diabetes. Así mismo, las verduras y hortalizas son alimentos bajos en calorías, ricos en agua, fibra, vitaminas y minerales. Su acción antioxidante los hace indispensables en la alimentación.

El grupo de las verduras y hortalizas incluye una gran cantidad de alimentos vegetales procedentes de la huerta. Aquellos que tienen color verde en su parte comestible, ya sea en el tallo o en hojas.


Se trata de un conjunto de alimentos que actúan como antioxidantes naturales. Potencian su consumo, puesto que sólo en su presentación natural se logra absorber los antioxidante. Ni los suplementos, ni los alimentos enriquecidos en antioxidantes pueden suplir las 3-5 raciones de verduras y hortalizas que requiere una alimentación cotidiana.

A continuación, algunas verduras:

Los espárragos verdes contienen vitaminas A y K en grandes cantidades. Además, su porcentaje de calorías es muy bajo.

Los pepinos son ideales para los diabéticos porque no contienen hidratos de carbono y no provocan ninguna subida del azúcar en sangre. Aportan vitaminas C y K al organismo, lo que los hace beneficiosos para nuestra salud en general.

El brócoli aporta fibra y hierro. También ofrece vitaminas A, C y K. Se recomienda cocinarlo al vapor para que no se pierdan sus nutrientes.

Espinaca, tomate, repollo, coliflor

El repollo apenas contiene hidratos de carbono, además de aportar a tu cuerpo fibra, potasio, antioxidantes, calcio y manganeso, que cuidan de tus huesos. El repollo también es rico en vitaminas B6, C y K.

Las espinacas son ricas en vitamina K, folato y betacarotenos. Tienen pocas calorías y un gran aporte proteico. Además, sus nutrientes cuidan la vista, y ayudan a reducir el riesgo de padecer enfermedades visuales.

El tomate se digiere con lentitud, lo que evita que se eleven los niveles de glucosa. Rico en vitamina A, además de en betacaroteno, licopeno y luteínas, protege a tus ojos de la degeneración macular. También contiene otros nutrientes, como la vitamina E y potasio, y es un poderoso antioxidante que nos protege de enfermedades cardíacas e incluso del cáncer.


De esta manera podemos concluir que las verduras son alimentos recomendados para diabéticos, debido a su alto contenido de fibra, vitaminas y minerales aptos para controlar la glucosa en la sangre, además de realizar actividades físicas con el fin de lograr un óptimo estilo de vida saludable.


Bibliografía

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